El envasado en la alimentación

Envasado en alimentación

El objetivo principal del envasado en la alimentación es la protección de los productos alimenticios frente a los contaminantes externos. Estos métodos de conservación de alimentos pretenden mantener el nivel de calidad alimentaria, reducir al mínimo los posibles daños y conseguir prolongar al máximo su duración.

Si se realiza de forma efectiva, el proceso de envasado aplazará que surja algún tipo de reacción bioquímica o microbiana. Además, aislará el alimento de los factores ambientales que pueden alterar su calidad: calor, humedad, luz, oxígeno, insectos, microorganismos, suciedad, etc.

Además, de forma complementaria, el mismo embalaje puede convertirse en un recurso muy práctico para ofrecer información al consumidor sobre el propio producto. En los botes y recipientes se muestra información publicitaria, logos, fotos, además de la información nutricional, los ingredientes, el modo de empleo y de conservación…

 

Tipos de envases

En función de su objetivo o de la clase de alimento a envasar, se utilizan distintos tipos. El material empleado variará dependiendo de la finalidad de dicho recipiente. Esto es así ya que las características de unos materiales serán más adecuadas que las de otros para cumplir una funcionalidad concreta.

Entre los usados con mayor frecuencia se encuentran los de plástico, cartón, metal y aluminio.

Tipos de envases de alimentos

 

Plástico

Debido a su versatilidad, puede adoptar infinidad de formas distintas y adquirir los más diversos diseños para adaptarse a las peculiaridades del producto a envasar. Así, podemos encontrar envases de plástico para uso alimentario en forma de botellas, bolsas, estuches, bandejas, botes y todo tipo de recipientes.

Actualmente, las autoridades sanitarias regulan el tipo de sustancias para la fabricación de materiales plásticos que estén destinados a contener alimentos. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se encarga de realizar evaluaciones periódicas que conllevan la modificación de la legislación a aplicar. Todo ello, con el objetivo fundamental de garantizar la seguridad para la salud de los consumidores.

Uno de los requisitos sanitarios que se les exige a este tipo de envases es que no cedan al alimento ninguna sustancia extraña que sea tóxica o que represente posibles riesgos para la salud. Es decir, no puede haber transferencia de componentes entre el envase y el alimento.

La industria alimentaria utiliza el plástico para envasar todo tipo de productos destinados a la alimentación. A lo largo de todo el proceso, es uno de los materiales más utilizados para la protección, transporte y distribución de productos. Desde el origen y la materia prima, pasando por el fabricante hasta el producto final que llega al usuario.

Como muestra se pueden mencionar las bolsas de productos congelados, los envoltorios de productos como el queso, las botellas de todo tipo de bebidas y aceites, las bandejas de carnes o pescados, los vasos de yogur, los botes de comida precocinada y un largo etcétera.

Cajas de alimentos

 

Cartón

Se trata de un material ligero y resistente que se fabrica a partir de pulpa de madera. Es un recurso que puede ser 100% reciclable. Es muy utilizado para el almacenamiento, la presentación y el envío de alimentos. Se emplean una multitud de formatos distintos, que se adaptan a las necesidades concretas del producto que contienen.

Algunos ejemplos de los usos del cartón: estuches de comida para llevar, cajas para frutas y verduras, bandejas para el horno, embalajes de cartón ondulado, recipientes para líquidos, tarrinas de frutos secos, tubos para la sal y otros condimentos, cajas de comida congelada, embalajes para el transporte y la distribución alimentaria, etc.

 

Metal

Este material es utilizado para los alimentos en conserva. Gracias al cierre hermético, los envases metálicos son adecuados para proteger el producto y evitar que entre en contacto con la luz, el oxígeno u otros contaminantes. De esta forma, se evitan los riesgos que pueda provocar la aparición de microorganismos en el envase.

En la actualidad, las latas cada vez utilizan un espesor de hojalata más bajo de forma que, garantizando la resistencia a golpes e impactos, puedan optimizar el uso de materiales a la vez que mantienen la protección del contenido.

Muestras de este envasado serían las latas y conservas de verduras, frutas, pescados, patés, …

 

Aluminio

Es un material común, económico y de fácil fabricación. Además, se obtiene mediante elementos reciclados y puede volver a reciclarse tras su uso. Este tipo de embalajes puede almacenar de forma segura y prolongada productos destinados a la alimentación.

Se utiliza para revestir el interior de bolsas y como cierre de las bandejas de plástico. Se presenta en una amplia variedad de formas y tamaños (bandejas, envases de un solo uso,…) para almacenar comidas precocinadas, alimentos listos para el consumo y otros productos.

Envases de vidrio

 

Vidrio

Los envases de vidrio no se oxidan y son impermeables a los gases. No necesitan aditivos para la conservación de alimentos y no produce migraciones hacia el producto (como ocurre con el plástico). Además puede ser reutilizado, ya que resiste altas temperaturas. Puede ser lavado y esterilizado para alargar la vida útil del envase. Otra de las ventajas de este material es que es 100% reciclable.

Por su parte, la principal desventaja actualmente es su precio. Ya que es un material más costoso de producir y distribuir. Lo que hace que esté siendo desplazado en el envasado por materiales como el plástico. Aún así, encontramos productos como la cerveza, las mermeladas y los encurtidos que siguen comercializándose en tarros, frascos y botellas de vidrio.

 

Madera

Los barriles de madera son utilizados para envasar líquidos como el vino, la cerveza, los licores, el aceite. En estos casos, se considera que el sabor de la madera mejora la calidad del producto final.

Las cajas de madera también son muy usadas para el embalaje de frutas y verduras o en la presentación de productos gourmet.

 

Papel

Es otro de los materiales de envasado que se utiliza en alimentación. Algunos ejemplos de su uso pueden ser los paquetes de azúcar, los sacos de harina y las bolsas de papel.

Sistemas de envasado de alimentos

 

Sistemas de envasado

Existen distintos sistemas de envasado que pueden utilizarse en los procesos de preparación y manipulación de alimentos. A continuación se describen los tres esenciales.

 

Over-wrap o Envoltura simple

Consiste en envolver el alimento con un material plástico manejable y poco costoso. Habitualmente un polietileno de baja densidad (extensible y autoadhesivo). La conservación con este sistema es limitada, ya que aunque evita la desecación no impide el acceso a la atmósfera. Por ello, el crecimiento microbiano dependerá de la temperatura a la que se conservan.

 

Envasado al vacío

Se realiza usando máquinas y materiales plásticos costosos con capacidad para alcanzar un alto grado de vacío en el interior del envase. Es un envasado que alarga la vida útil de los alimentos frescos ya que evita la desecación y elimina su contacto con el oxígeno. Sin embargo, no es un sistema apropiado para algunos alimentos que en ausencia de oxígeno perderán algunas de sus propiedades (por ejemplo, el color). Como es el caso de la carne fresca.

 

Envasado en atmósfera modificada

En este sistema, después de hacer el vacío, se sustituye la atmósfera que rodea al alimento en el envase por una mezcla de gases óptima para la conservación del producto. Se introducen gases inhibidores del crecimiento de microorganismos, gases inertes para evitar la adherencia de lonchas, u oxígeno para aquellos alimentos que lo necesiten. Es el sistema más utilizado en la actualidad para envasar alimentos frescos.

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